LAS CICATRICES DEL TIEMPO
Tatuándose
van en mi piel
las
cicatrices del tiempo,
como si
fuera un arado
surcos
en la tierra abriendo.
Pellejo
resquebrajado
que ya
no tiene remedio,
como río
que sin agua
nos
muestra el cauce reseco.
El
tiempo sigue imponiendo
el lógico
envejecimiento,
un
proceso irreversible
que evitarlo
no podemos.
No
importa que usemos cremas,
ni mil
lociones e ungüentos,
el
cuero se nos marchita,
se nos
arruga el pellejo.
Intenta
la cirugía
demorar
este proceso,
sometiéndote
la piel
al filo
de escalpelo.
Te la
estiran por aquí,
por
allá ponen rellenos,
pronto
has de lucir más joven,
al
menos por algún tiempo.
La piel
joven y lozana
que con
orgullo luciéramos,
hoy se
esconde acobardada
tras
las rejas del recuerdo.
Ayer juventud
dorada,
cuan
poco duró ese sueño,
imposible
hoy ocultar
las
cicatrices del tiempo. . .
Cásulo
Gregorisch
8/7/13
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