Wednesday, May 9, 2018

SOCIALISMO


                      SOCIALISMO


Airadas gargantas cargadas de envidia,

gritando, gritando, gritando,

airadas gargantas cargadas de odio,

vociferando, vociferando.


Clamando derechos que no se merecen,

clamando igualdad que no se han ganado,

desconociendo obligados deberes,

que conllevan a alcanzar lo que es aclamado. 


Dejando les arrastren bajos sentimientos,

bajos sentimientos bien aprovechados,

por loe que manipulan una necia masa,

una necia masa la que han controlado.


Socialistas ideas les inculcan,

los pobres son buenos y los ricos malos,

hagamoslos buenos a todos,

pobres, hambrientos y depauperados. 


Se eliminan clases para beneficio

de los que dirigen este cruel tinglado,

ellos viven bien como nuevos ricos,

viva el socialismo con su pueblo esclavo.


Cástulo Gregorisch

1/26/18



                                        

LA MULATA SOLEDAD


          LA MULATA SOLEDAD  

La mulata Soledad,
del solar La Mariposa,
la de la pasa “estirá”,
la de la bemba carnosa.

La mulata Soledad,
jaranera y salpicona,
aretes en las “sorejas”,
con roja cinta en la moña.

La mulata Soledad,
chancleteando a toda hora,
chismeando con los demás,
habla más que las cotorras.

La mulata Soledad,
enredadora y de broncas.
tiene al solar intranquilo,
no muy bien que se comporta.

La mulata Soledad,
de guaguancó bailadora,
moviendo bien las caderas,
sensual y provocadora.

La mulata Soledad,
envidiada por las otras,
con su atractivo especial
que a los hombres alborota.

La mulata Soledad,
quien conoció en una tómbola
a Juanito “bofetá”,
chulampín de poca monta.

La mulata Soledad,
de Juanito se enamora,
cae en las garras del chulo,
se desgracia la bembona.

La mulata Soledad,
Juanito ahora la explota,
una más para su harén
en el barrio La Victoria.

La mulata Soledad . . .

Cástulo Gregorisch
5/8/18





       

Friday, May 4, 2018

VENANCIO EL SEPULTURERO


              VENANCIO EL SEPULTURERO  

En un pueblo de Galicia
cuyo nombre no recuerdo,
con su familia vivía
Venancio el sepulturero.

Se ganaba las pesetas
abriendo en la tierra huecos,
preparando la morada
para los usuarios muertos.

La cabeza se cubría
con una boina de fieltro,
en los pies las alpargatas
jugueteaban con el suelo.

Con el pico y con la pala
en rítmico movimiento,
abría una nueva fosa
Venancio el sepulturero.

Llega un nuevo residente
a este campo de agujeros,
el cochero y su carroza
al frente de este cortejo.

Depositan al occiso
que duerme dentro del féretro,
lo cubre con fresca tierra
Venancio el sepulturero.

Terminada su faena
otros despiden el duelo,
se marcha para su casa
Venancio el sepulturero.

Mañana es día de asueto,
día de no ver más muertos,
día de tocar la gaita
y disfrutar de lo bueno,
con familiares y amigos
Venancio el sepulturero.

Cástulo Gregorisch
5/4/18