VENUS DE MILO
Cuba
cual Venus de Milo
con tus
miembros cercenados
por un
régimen impío,
ya no
abrazas a tus hijos
que
huyen aterrorizados.
Correr
con ellos no puedes,
las
piernas has tu perdido,
en un
pedestal, inmóvil,
sufres
de mil vejaciones,
entre
sollozos y hastío.
Impotente
has de sentirte
al ver
de sangre hecho ríos,
de tus
ojos llueven lágrimas
viendo
a tu pueblo, indefenso,
sufriendo
injusto martirio.
¿Qué
puedo hacer?, te preguntas,
poder
moverte quisieras,
y en
una carga al machete
hacer
rodar las cabezas
de esa
manada de fieras.
Surge
un buen día el milagro,
crécenle
brazos y piernas
a mi
Venus del Caribe,
¡Y
haciendo un esfuerzo heroico
logra romper sus cadenas!
Cástulo
Gregorisch
10/19/04
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