VUELTA A MI CASA
Vuelvo
a la casa donde viviera,
donde
jugara, donde creciera,
todo
está obscuro, como de un
fantasma
el mundo, no se oye ruido,
solo de
recuerdos oigo el sonido,
lo que
fue bello hoy luce feo,
tan
lindo que fuera aquello,
con mi
familia, con mis amigos,
todo guardaba
sentido;
un
desencanto triste me embarga,
un nudo
aprieta mi garganta,
mis
ojos sudan lágrimas de amargura
viendo
mi casa convertida en basura,
desatendida,
desaliñada, abandonada,
gracias
a un sistema carente de alma,
cruel
sistema que ha destruido el verdor
de las
cañas y las palmas; subo al cuarto
que
compartiera con mi hermano,
me
sumerjo en un vacío nostálgico;
continúo
por la casa caminando,
veo el
cuarto de mis padres, el de mi hermana,
hoy
fallecidos; veo el garaje, salgo al patio
donde
me ejercitara bajo los árboles,
injertados
frutales orgullo de mi padre
que han
sobrevivido del abandono el embate,
cómo no
se sabe; observo la cariñosa imagen
de mi
madre que me llama, es la hora de almorzar,
hora de
los juegos terminar para más tarde volver
a
empezar en el bonito parque donde tantos
gratos
momentos disfrutara, hoy lúgubre figura
despeinada.
Triste
mi vuelta imaginada después de más de
cincuenta
años alejado de mi casa, sin quererlo,
sin
planearlo, obligado por adversas circunstancias.
Nunca
sería lo mismo si el milagro del regreso
se
produjera. Mi adorada casa ha de permanecer
eternamente
en el hostal de mi melancólica
memoria
alojada . . .
Cástulo
Gregorisch
7/14/14
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