VEN, QUE TE QUIERO CONTAR

           VEN, QUE TE QUIERO CONTAR

Ven, que te quiero contar

lo que sucedió en mi tierra,

han pasado muchos años

que bajaron de la sierra,

colgados de sus pescuezos

debajo de barbas negras

llevaban los crucifijos

fingiendo que eran profetas,

agarradas en sus manos

mortíferas escopetas,

escondidas en sus mentes

más mortíferas ideas,

un manantial de mentiras

brotaban de bocas feas,

un pueblo hambriento de cambios

aplaudía con vehemencia

ofreciéndole su casa

al director de la orquesta,

pidiendo el fusilamiento

que muchos no merecieran,

los gritos de ¡Paredón!

se oían por dondequiera,

proveniente de las bocas

de enardecida caterva,

se perdía la libertad

sin que nos diéramos cuenta,

las garras del socialismo

en una forma grotesca

se apoderaba de toda

posesión que se tuviera,

muchos trataban de huir,

se cerraban las fronteras,

unos lograban salir,

otros iban a las celdas,

muchos en el mar morían

tragados por las aguas negras,

familias se dividían,

se hostigaban las iglesias,

se alejaban los amigos,

se perdía la decencia,

el odio, el rencor, la envidia,

mordían sucias conciencias,

los nuevos cambios rompían

las costumbres de la época,

retrocedía mi patria

a olvidada edad de piedra,

escaseaban alimentos

como si existiera guerra,

la que fuera gran ciudad,

La Habana de mis quimeras,

se convertía en fangal

inundada de aguas negras.      

   (continúa)

Tanto se puede contar

de nuestra historia cruenta,

que no alcanzan los papeles,

las tintas, ni las imprentas,

donde se pueda expresar

todo el sufrir de mi tierra.

¡Ven, que te quiero contar

 lo que sucedió en mi tierra!

Cástulo Gregorisch

12/15/15