SE ARMÓ LA RUMBA
Anoche
se armó la rumba
en un
solar de La Habana,
se
despertaron los cueros,
se
alborotó la mulata.
Al
repicar del bongó
seguido
por la gangarria,
se le
unió la tumbadora,
también
claves y maracas.
Hizo
aparición el güiro
rascándose
bien la cara,
pronto
sonó una trompeta
y se
formó la pachanga.
Las
botellas de buen ron
humedecían
gargantas,
de este
alcohólico ejercicio
todos
ellos disfrutaban.
Comenzaban
las parejas
a
bailar entusiasmadas,
en
frenético girar
por
nuestro ritmo impulsadas.
Se
hacía presente el gozar
en
forma desaforada,
diviértense
de lo lindo
todas
las razas mezcladas.
Con el
pasar de las horas
la
gente se ve agotada,
se oye
el cantío de un gallo,
se
asoma la madrugada.
Las
luces del nuevo sol
alumbran
otra mañana,
se
termina ya la rumba,
termínase
la pachanga.
Anoche
se armó la rumba
en un
solar de La Habana . . .
Cástulo
Grgorisch
9/21/16
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