EL CRUCERO
En el
crucero de la infamia,
cargado
de indolentes ratas,
viajan
cientos a La Habana,
ignorando
el sufrir de un pueblo
que
desmaya,
ignorando
presos, torturados,
apaleados,
fusilados y familias
destrozadas,
van a
disfrutar del bacanal ofrecido
por una
dictadura ensangrentada,
la que
por más de cincuenta años
ha
estrangulado nuestra patria,
se
pierde la vergüenza en forma
desmesurada,
se
envilecen almas que disfrutan
en
forma descarada,
compran
diversas propiedades que
fueran
otrora robadas,
rodeados
de comodidades en el crucero
viajan,
mientras muchos mueren huyendo
en
endebles balsas, atravesando las
mismas
aguas en dirección contraria,
pagando
con sus vidas el alto precio
de la
libertad ansiada, mientras ellos
disfrutan
de esta nueva pachanga.
No hay
suficientes palabras con
que
describir este espectáculo
que
produce nauseas;
difícil
es comprender esta actitud
marrana
que ignora el padecer
de mi
Cuba esclava;
tampoco
existen palabras para condenar
esta
bochornosa estampida turística,
denigrante
y profana.
¡Maldito
sea mil veces este
“Crucero de la Infamia”!
Cástulo
Gregorisch
5/11/14
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